Carol Gilligan trabajó con Kohlberg durante
muchos años. Sus trabajos de investigación se centraron en dar una mirada
respecto de cómo las niñas resolvían los dilemas morales. A partir de estos
estudios, ha concluido que las mujeres se definen a sí mismas más en términos
de las relaciones con otra gente, que se juzgan a sí mismas por sus
responsabilidades y por su habilidad de cuidar a otros, tanto como a sí mismas,
y que logran la identidad más a través de
la cooperación que a través de la competencia.
Ella ha observado que las
mujeres, inclusive desde una temprana edad, suelen definirse en función de los vínculos que tienen
con otras personas. Son, por ejemplo, “hermanas de…”, “amigas de…”, “parejas
de…”, “madres de…”.
Curiosamente, Kohlberg
comenzó su trabajo estudiando sólo a muchachos norteamericanos. Aunque la
mayoría de los demás estudios (incluyendo los de Piaget) han incluido a ambos
sexos en sus muestras, Carol Gilligan se ha preguntado si la fórmula de
Kohlberg de las etapas convencional y post convencional no estaría un poco
sesgada al haber considerado una muestra sólo masculina. Gilligan cita varios
estudios que muestran que es más probable que los hombres desarrollen los
estadios 4 y 5 que las mujeres; éstas tienden al estadio 3 como modo
predominante de razonamiento. Gilligan sugiere que esta aparente diferencia
sexual puede reflejar la formulación presente de las etapas más elevadas, más
que la falta de las mujeres para desarrollar esas etapas. La formulación
presente pone gran énfasis en el desarrollo de principios abstractos de
justicia y bienestar, pero pasa por alto cuestiones personales e
interpersonales como el conflicto de cuidar de los demás y tomar la
responsabilidad de las propias acciones. El desarrollo de las mujeres podría
hacerse más visible si la investigación diera el mismo peso a las cuestiones
personales que a las abstractas.